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El acuchillado consiste en el lijado y barnizado del parqué o tarima,
para restaurar la madera y el barniz o acabado que la protege. No hay
que confundirlo con el apuñalamiento o ataque con arma blanca.
El acuchillado hace referencia al método manual con el que se
retiraba la capa dañada de la madera. En el cuadro Les raboteurs de
parquet del artista francés Gustave Caillebotte, se observa cómo se
rascaba o acuchillaba la madera con utensilios de metal. La posición, el
cuidado y el tiempo requerido hacían de este trabajo algo muy duro y
artesano.
Actualmente se ha mecanizado el proceso, incorporando máquinas
lijadoras-aspiradoras de gran potencia. Además los nuevos barnices, que
son más sencillos de aplicar y no tóxicos, prologan la vida y el uso de
la madera.
Los motivos más habituales para acuchillar son lo siguientes:
La madera, debido a la exposición a los rayos ultravioletas o
uv, oscurece, también la cola, pierde adhesividad y debido al uso, las
tablas o piezas, se mueven.
Rayazos producidos por impactos, animales, grava o muebles.
Manchas negras en zona de agua (radiadores, baños, cocinas).
Manchas de grasa en salones y habitaciones.
El barniz pierde brillo o amarillea.
Lijado parquet Barcelona
Se retira la capa existente de barniz mediante una máquina de
acuchillar (ancho 20, 25 o 30 cm) con lija gruesa (proceso de
desbastado), generalmente de grano 24 o 36. A continuación se pasa una
lija de grano 40, 50 o 60, se emplastece con polvo de serrín lo mas fino
posible, que se consigue mezclando resinas de poliuretano (o de urea
formol) con serrín fino de la madera, y se aplica directamente con
espátula, para minimizar las grietas u oquedades. También existes
emplastes con base de acetato de polivinilo preparados para su uso. Tras
esperar 30 minutos, se retira el emplaste, y se continua pasando la
lija de 40, 50 o 60. Se hará un tercer pase con lija de grano 80, 100 0
120 (proceso de afinado) y se acabará puliendo con un grano 220, en
máquina de acuchillar o buffer (lijadora orbital).
En los laterales, se pasan normalmente un número inferior de
lijas, dependiendo del tipo de barniz, y el acabado puede ser diferente
de las zonas centrales.
Dependiendo del estado del material y del mismo parqué o tarima,
puede variar el tipo de lijado, así como el número de pasadas.
El parquet o tarima se encuentra entrecruzado, al hilo, en
espiga, y con distinto tipo de motivos. Por lo que requiere un tipo de
técnicas de acuchillado diferentes según el caso.
El acuchillado se realiza con máquinas que llevan unas pequeñas
cuchillas (minúsculos cepillos de carpintero) que levantan el barniz y
parte de la madera, mientras que el lijado es una abrasión realizada
mediante una lija abrasiva que solo levante (si si así se desea) una
capa de barniz para poder rebarnizar sólamente la capa dañada.
Barnizado parquet
Cuando la madera está preparada y pulida, se aplica una mano de
imprimación, fondo o tapaporos. Con esto se busca rellenar o saturar la
superficie porosa microscópica de la madera, y conseguir una superficie
sólida para que las siguientes manos tengan adherencia, y ofrezca cierta
nivelación.
Hay que tener cuidado en no aplicar poliuretano de terminación,
ya que puede tostar u oscurecer mucho la madera, sobre todo las claras
como roble, haya, arce, etc.
Tras esperar un número de horas que oscila entre 1 y 4 horas,
dependiendo de las condiciones y el material, se procede a pulir el puro
o "matar el poro", con lo que se liman las asperezas existentes.
Se aplica la primera mano de acabado, se esperan unas 4 a 8
horas, dependiendo de las condiciones y el material, y se aplicaría la
2º mano de acabado, y última 3º total. Entre estas manos, puede ser
necesario un pulido o una correción puntual.
Tras pasadas unas 12 o 24h, adquiere una dureza transitable
suficiente para ser pisada, pero todavía sin la dureza total que se
adquiere pasado una o dos semanas. El acabado tiene que ser uniforme,
respetando el color natural de la madera (lo más común), y ofrecer
resistencia en al menos diez años al paso regular, leves impactos,
químicos comunes, agua y sol.
Tipos de acabados o protección
Barnices
Artículo principal: Barniz.
Son el tratamiento de mantenimiento y uso más extendido entre
los pavimentos de madera. Debido a su naturaleza química y tipos de
tratamientos, estos son los más extendidos.
Poliuretano al agua
También conocido como "barniz al agua", proporciona igual o más
protección que los barnices tradicionales (poliuretano disolvente &
Urea) frente la abrasión, al agua y al sol. No afectan al el color
natural de la madera, y su mantenimiento es sencillo. No desprenden
olores fuertes en su uso, no son tóxicos, bajo V.O.C. y son ignífugos.
No ofrecen el brillo que los poliuretanos al disolvente, por lo
que se ofrece comúnmente en semi-brillo o satinado y mate. Su grosor
suele ser menor, con lo que se pierde el tacto sintético suave de los
barnices tradicionales, y se suele apreciar levemente al tacto la veta
de la madera.
Existe una legislación específica para los barnices al agua.1
Poliuretano disolvente
Tiene buena resistencia frente al agua, la grasa o aceites, y
buen comportamiento frente a la abrasión. Da un brillo brillo intenso o
espejo.
Se trabaja aplicándolo en la última mano, dando dos manos de
fondo de urea formol, para evitar oscurecer demasiado la madera, ya que
el poliuretano da un toque tostado u oscuro a las maderas.
Desprende un olor fuerte durante la instalación y pasados unos
días. Con el tiempo, algunos poliuretanos amarillean, y debido a su
composición se recomiendan para uso industrial y no doméstico. Se
cuestiona su legalidad en el uso doméstico debido a su alta toxicidad,
se indica como cancerígeno por sus niveles de compuestos orgánicos
volátiles.
Urea Formol
Ofrece cierta protección frente a abrasión, pero es poroso
frente al agua o grasa. Su poca protección frente al agua o grasa, hacía
imposible su uso en zonas de agua, comida o recreo, y es poco
recomendado.
Es común que aparezcan manchas blancas, o "veladuras", debido a
una incorrecta aplicación o uso excesivo de agua en su mantenimiento.
Aceites
Los aceites (naturales o sintéticos) se usan en el mantenimiento
de pavimentos de madera en exteriores. Al contrario que el barniz, el
aceite, penetra en la madera, y la protege frente a humedad, sol,
dependiendo del material, y no ofrece protección a la abrasión.
Su aplicación se basa en la saturación del poro de la madera,
penetrando en la capa superficial. Esto se suele conseguir aplicando
directamente sobre la madera, dejándose secar algún tiempo, dependiendo
del material. A continuación se retira el exceso, para conseguir un
acabado uniforme.
Siendo recomendado para exteriores, y algunos muebles, no se
recomienda para interiores. Para conseguir una protección adecuada, se
recomienda su uso en pavimentos cada dos años, y esto hace inviable su
uso en ciertos entornos que no pueden desplazar los objetos de la sala o
estancia con facilidad.
Ceras
Actualmente el mantenimiento de madera tratada con aceites o
barnices no precisa del uso de ceras para su mantenimiento. Su uso es
incompatible con el uso de poliuretanos al disolvente, ya que reacciona
perjudicando el acabado. No ofrecen resistencia a la abrasión.
Limpieza y mantenimiento
Por la presencia y color de la manchas se puede saber el tipo
de barniz usado en la madera, ya sea urea formol, poliuretano al
disolvente o "al agua".
En caso de ser urea formol es imposible quitar las manchas de la
madera. Se recomienda un uso limitado de la fregona, ya que el uso de
frecuente de agua en estos materiales puede producir manchas blancas.
Actualmente, se ofrecen barnices al agua diluidos como mantenedores,
para reforzar el material y su aspecto.
En el caso de poliuretano, el mantenimiento se hace a través de
jabones ausentes de grasas o siliconas. El rebarnizado es complicado
debido a la sensibilidad del material a grasa o siliconas. Es difícil
poder eliminar sin un acuchillado todos los posibles residuos
existentes, por lo que es posible que la siguiente mano no se adhiera
correctamente, y aparezcan ronchones de material que se despega.
El barniz "al agua" ofrece buen comportamiento frente al agua, por
lo que es similar a poliuretano, y debido a su mejor comportamiento a
agentes extraños se puede pulir y barnizar sin necesidad de lijar la
madera.